Son los primeros días. Estos que a la gente como yo, nos gusta estar a solas en casa. Guarecida del frío y lo desconocido. De la oscuridad temprana. Tiempo para escribir y adaptarse al cambio que empieza.
Cuando estás lejos, fuera de tu rutina, te das cuenta un poquito más de cómo eres. Te ves con perspectiva. Ves patrones de pensamiento y acto. Ves los que quieres cambiar y los que no... y disfrutas también (y mucho) aquellos que sabes que has cambiado con el tiempo.
Para mí, dos días son suficientes. Mañana ya empieza el movimiento, y tengo muchas ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario