viernes

El tiempo

Yo aquí el tiempo lo vivo de otra manera.

Son las 21h, y es como si fueran las 23h. A las 3 de la tarde, hablando con un amigo que salía del trabajo, para mí eran como las 17h. Hora de tomarme un té calentito, y ponerme a estudiar alemán, sabiendo que el día estaba casi echado. Y luego, (después de dos horas de estudio) a las 17:30 poca vida hay por hacer en el exterior. -La oficina de atención al público de la estación cierra a las 18h. (¿Ves? Las 20h en España, serían).- Depende de cómo te manejes con poca luz. Cosas se pueden hacer, pero que la falta de luz llama al recogimiento, digo. 

Yo es que sin luz no veo. No me importa estar en la calle. Pero lo de ver solo lo que tengo a pocos metros me resulta un poco incómodo. Yo creo que me duelen un poco los ojos de tener las pupilas dilatadas tanto tiempo. 

Aún así, me he dado una vuelta más.

Hoy, ha hecho todo el sol que ha podido, y yo he salido a dar una vuelta. Pero como todavía no tengo tarjeta de memoria en el móvil, pues no puedo hacer fotos. Y menos cuando hace sol, que registra más píxeles o lo que sea y no hay espacio para tanto. Una foto de mi cuarto a oscuras sí que la puedo hacer, pero tampoco tiene mucho interés.

Me voy anotando todas las fotos que quiero hacer. En breve las subo.

Hoy he ido en busca de una academia de idiomas, y resulta que hay una que la lleva un hombre peruano: Carlos Uceda. Empezaremos un curso para hispanohablantes en Enero. Tengo ganas.

Han pasado cosas chulas, entre otras que he ido a dar un paseo hasta el pueblo de al lado, y de repente he pensado: ¿me encontraré por esta carreterilla a los compañeros de trabajo? -me paro a mirar el reloj- no, demasiado pronto para que anden por aquí - y a los pocos segundos pasa una furgoneta con gente de la casa de la que os hablé. 😆 

Poco a poco voy entrando en sintonía...

Es lo que tiene. Te vas a un lugar desconocido, pero no es MARTE. Tiene una forma de funcionar, solo tienes que observarla y dejarte llevar. 

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