sábado

Sociabilizando (I parte)

Hay días buenos y días malos. Hoy ha empezado siendo uno de los segundos.

Yo me muevo muy bien cuando tengo muchas cosas que resolver: buscar casa, enterarme de los transportes, hacerme con los sitios, etc., pero cuando llega la monotonía y tengo que encargarme de crearme una rutina o de hacer cositas en el día a día, me cuesta más. Soy propensa a quedarme en casa a pensar y escribir, y el tiempo de aquí acompaña a estas costumbres.

Hoy hacía sol, y estaba planteándome qué hacer. No sabía muy bien por dónde empezar. He tenido una discusión telefónica y me he venido abajo. Ahora sí que sí necesitaba salir a dar una vuelta. Justo cuando he salido se ha puesto gris de nuevo.

He pasado al lado de una casa que me había llamado la atención desde el principio. Parecía un poco comuna. Nunca había visto a nadie, pero hoy había gente fuera colocando trozos de madera en un cobertizo.

He pasado de largo metida en mi rollo, pero una vocecita dentro me decía que tenía ganas de socializar.
Tiempo atrás me habría hecho la loca e ignorado la llamada, pero la gente cambiamos, por suerte.

Me he acercado, presentado (esto antes no lo habría hecho ni de coña) y ofrecido a ayudarles con las maderas. Hemos estado tomando un té, y he quedado en llegarme esta noche de nuevo.

No es fácil encontrar a gente con la que quedar, no salen así de primeras, pero buscando un poco al final te vas haciendo un hueco, un entorno donde moverte.



foto: mañana con luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario