Ruta 2: Nürtingen-Neckartenzlingen + ocas pandilleras

Hoy ha hecho un día increíble. Para estos días se esperan temperaturas entre los -2ºC y los -12ºC,  (-8ºC hoy ), pero con el solazo que está haciendo se llevan estupendamente. Así que es un momento genial-genial para coger la bici.

Como la vez anterior tardé mucho en llegar y ví que había varios caminos, hoy he probado otra ruta distinta para llegar a Neckartenzlingen. Me he metido por Neckarhausen, que es un municipio que queda a la derecha del río Neckar (y al otro lado de la carretera).

El camino transcurre por campos con olor a cacadevaca (me encanta). La tierra está prácticamente toda removida y compostando.

Es súper bonito y tranquilo. Al llegar a Neckartailfingen (otro municipio) vas un poco por la carretera que cruza la parte urbana y al poco te metes a la izquierda, por una zona industrial, pasas por debajo de un puentecito que también queda a la izquierda y empalma con la bifurcación que vi el otro día (la minicuestecita). Ya sólo queda un poco de más campo, un poco de carril junto a la carretera y destino a la vista.

He ido a descansar junto al río. Tenía que bajar una cuesta en plan pradera. El sitio tiene muy buena pinta, con sus patitos, sus cisnes y sus ocas pandilleras.

Qué territoriales son. Un cisne ha venido a inspeccionarme. Se me ha acercado y cuando ha visto que yo era buena gente (y que no tenía comida para dar) se ha ido tranquilamente. Pero las ocas no han pensado lo mismo. Han empezado a armar alboroto y se han acercado bufando y graznando. Han venido dos, claro. Dos contra una, así cualquiera. Se han acercado a mí y a la bici (a lo mejor por eso han venido dos, en plan: - "yo me encargo de la de las ruedas y tú le das a la de la cámara, ¿vale?".  - "Enga". Y yo ahí manteniendo mi orgullo en plan: "Eh, que el campo es de tod@s".

Pero cuando se me han acercado y una le ha metido un picotazo a la bici, yo me he levantao y he cogido un palo gordo del suelo y les he dicho: "Eh, a mi bici no la tocas tú". Se han alejado un poco, pero han seguido montando bulla. "Esto es nuestro. Fuera o aquí corre la sangre". Y yo: "Que no me voy hombre, que aquí se está mu bien". Y ya cuando me ha picao en la pierna he dicho: "Me voy porque quiero, que son las 14:30 y estoy muerta de hambre". Y me he ido. Pero luego, una vez en el camino me he dado cuenta de que me faltaba un guante. ¿Dónde se me habrá podido caer?...

Pues ha sido asomar la cabeza por la zona y ya han empezado otra vez... "¡Qué solo vengo a por mi guante, joder! ¡¿Hay que ver qué mala leche os gastáis, no?! Hala, adiós. ¡Buenos días, eh!".

  

  

  

Cisne = buena gente